09 Abr La generación Z reclama marcas sostenibles y con propósito
Equipo Whiplash, 09 de abril de 2021
La generación Z reclama marcas sostenibles y con propósito
Nacidos entre 1997 y la primera mitad de la década de 2010, la llamada generación Z, Zoomers o Zillennials, se incorpora al mercado de trabajo y de consumo. Son nativos digitales, entienden la tecnología mejor que cualquiera de las generaciones que les preceden y tienen una clara conciencia de que la sostenibilidad no es una opción.
Tienen entre 16 y 24 años. Prácticamente han nacido con un dispositivo digital en las manos y su entorno natural son las redes sociales. Su representante más icónica es, tal vez, Greta Thumberg, quien movilizó a jóvenes de todo el mundo por un planeta más sostenible ante la amenaza del cambio climático. Y, aunque la pandemia global puede que haya obligado a abandonar el activismo en las calles, los Zoomers siguen militando en la causa de la sostenibilidad.
Los Z son consumidores conscientes del impacto medioambiental que supone el e-commerce. Desde el origen de los materiales con que se fabrican los productos que adquieren, hasta el packaging y la entrega a domicilio. Así, los miembros de esta generación, cada vez más, toman decisiones de compra basadas en si la marca es o no sostenible.
Un estudio reciente realizado por Fisrt Insight Inc. reveló que el 62% de la Generación Z prefiere comprar marcas sostenibles. El mismo estudio señala que el 72% seguramente compre productos de una marca que contribuya a causas sociales.
De acuerdo con un estudio del Bank of America, los Zillennials generan en la actualidad ingresos por 7 billones de dólares (5,8 billones de euros aproximadamente), y para 2030 se prevé que sus ingresos representarán el 27% de las rentas globales. Serán, de acuerdo con la investigación “el grupo de población más influyente para la economía” y esto traerá cambios debido a sus hábitos de consumo.
Esperan de sus marcas que sean auténticas y que contribuyan con la sociedad en su conjunto. El tercer estudio internacional anual de la Generación Z, realizado por The Center for Generational Kinetics, revela que un 82% de los encuestados tiene más confianza en una marca que utiliza en su publicidad imágenes y testimonios de usuarios reales, y que un 41% haría un esfuerzo extra para comprar en una tienda que esté en línea con sus propios valores.
Pero hay más. Las marcas deben tener en cuenta que ésta es una generación digital, para la que la línea entre el mundo virtual y el físico no existe. Lo importante para ellos es que la experiencia de usuario entre uno y otro sea fluida y sin fisuras. Así, es necesario reinventar el recorrido experiencial para hacerlo digitalmente más placentero y extraordinario. Como por ejemplo, trasladar aquellas actividades que tradicionalmente se realizaban en el mundo físico, al mundo virtual: desde el gimnasio, hasta la compra de artículos de primera necesidad.
Es cierto que la pandemia ha acelerado la adopción de la vida virtual como estándar, y ha obligado a las empresas a dar un salto cuántico en cuanto a la digitalización, no sólo de sus procesos internos, sino de la oferta de productos y servicios, pero aún queda mucho por hacer. La transformación de las cadenas de suministro y los modelos de producción para hacerlos más sostenibles y adaptarlos a una bioeconomía circular, por ejemplo, están aún en una fase muy temprana.
En definitiva, para conquistar a esta nueva legión de consumidores, que tendrá en sus manos buena parte del poder adquisitivo mundial a medio plazo, las marcas necesitan ser auténticas, proactivas en el mundo digital y comunicar efectivamente sus iniciativas, tanto en materia de sostenibilidad como de contribución a la sociedad. Necesitan ser más innovadoras y efectivas en el mundo digital y demostrar que su compromiso social y medioambiental forma parte intrínsecamente de su propósito.