02 Jul Alimentación ¿la nueva frontera para ZARA?
Equipo Whiplash, 2 de julio de 2021
Alimentación ¿la nueva frontera para ZARA?
Con su comparecencia esta semana ante el Tribunal General de la Unión Europea para reclamar el uso de su marca ZARA en el sector alimentario, Inditex da un paso más en una batalla legal de más de una década con la firma de pasta Ffauf Italia.
Esta semana el gigante mundial de la moda Inditex ha dado un paso más en la contienda legal que libra ante las autoridades de la UE para registrar su marca principal, ZARA, para su uso en el sector alimentario. La duda es si lo hace para blindar la marca, o para, efectivamente, diversificarla aún más, esta vez en un sector donde la compañía fundada por Amancio Ortega y dirigida por Pablo Isla, hasta ahora no ha incursionado.
A principios de mayo de este año ZARA lanzó su línea de cosmética, ZARA Beauty, que aunque no está dentro del sector textil, está directamente relacionada con la moda. Se trata de una colección de 130 productos cosméticos desarrollados en colaboración con la prestigiosa maquilladora Diane Kendal. Anteriormente, en 2003, Inditex lanzó ZARA Home, la línea de hogar de la marca cuyas ventas en España tuvieron en 2020 un valor superior a los 493 millones de euros.
Así pues, no sería descabellado que la empresa coruñesa quisiera explorar el negocio de la comida, diversificando aún más una marca ya legendaria, con tiendas en todo el mundo. Ropa, artículos para el hogar, maquillaje, comida, todo en un mismo sitio, bajo una misma marca paraguas, con tiendas físicas y virtuales, envío a domicilio y recogida en tienda. Suena redondo.
Inditex, con sede en Arteixo, A Coruña, inició hace ya más de 10 años la pelea para registrar su marca estandarte de ropa para emplearla en artículos y servicios relacionados con la alimentación, restauración y venta de alimentos. Pero hacerlo no está siendo sencillo.
En marzo de 2010 el grupo solicitó ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) el registro de la marca para su uso en el sector alimentación. Sin embargo, se topó con que la empresa italiana Ffauf Italia se opuso a dicho registro, aduciendo que existía riesgo de confusión entre los consumidores con su marca Le Delizie Zara, registrada para la comercialización de pasta fresca, congelada y preparada, de origen italiano. Desde entonces, la historia se resume en un ir y venir de recursos y oposiciones entre ambas empresas.
En 2019 Inditex recurrió ante el Tribunal General de la Unión Europea una resolución de la EUIPO que desestimaba uno de sus recursos. La Oficina de Propiedad Intelectual Europea señalaba entonces que Le Delizie Zara había demostrado el uso efectivo de su marca para productos como pasta en todas sus formas, puré de tomate, arroz, harina, vinagre o zumo, ratificando que existía riesgo de confusión entre la marca del grupo Inditex y la enseña italiana.
Hace unos días, el 28 de junio de 2021, Inditex dio un paso más en el proceso, al acudir ante el Tribunal General de la Unión Europea a la vista prevista sobre su reclamación de empleo de la marca ZARA en el sector de la alimentación. Habrá que esperar la decisión del TGUE para ver si pronto tendremos productos de alimentación en el menú de ZARA.
No es un experimento sin precedentes. Otros grupos multinacionales, cuyo negocio principal no está en el sector alimentación, han tenido cierto éxito al incursionar en la comercialización de este tipo de productos.
IKEA, la firma sueca de muebles, es quizás el ejemplo más claro. No sólo a través de las cafeterías instaladas en sus tiendas, donde las albóndigas suecas son uno de los platos más demandados, sino que cuenta con una división, IKEA Foods, para administrar la venta de alimentos. Aunque al principio era un negocio marginal dentro de la operativa de la compañía sueca, en 2017 se dieron cuenta de que un 30% de sus visitantes, a escala global, iban a las tiendas sólo a comer.
De momento, la empresa dirigida por Isla no ha hecho comentarios con relación a si, efectivamente, tienen intenciones de entrar en el mundo de la alimentación. Diversos analistas de negocios apuntan a que la estrategia, más que de diversificación, es de blindaje de la marca en todo el territorio europeo para evitar así que se utilice en sectores ajenos al textil o de la moda.
En cualquier caso, todo suma. El grupo Inditex, que además de ZARA y sus derivadas ZARA Home y ZARA Beauty, es propietario de las marcas Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho y Uterqüe, ha anunciado que en 2022 abrirá 9.000 metros cuadrados de tiendas en el Edificio España. La marca insignia ocupará más de 7.700 m2 distribuidos en cuatro plantas, entre las que se incluye una planta sótano que contará con un almacén que permitirá prestar servicio inmediato de reposición. La otra marca privilegiada será Stradivarius que contará con más de 1200 m2, distribuidos en dos plantas. Además, las tiendas incorporarán tanto las novedades tecnológicas de la plataforma integrada de tiendas y online, que, afirma la empresa, permitirá prestar un servicio reforzado al cliente.
La plataforma online ha probado ser un verdadero salvavidas para el grupo, que en su año fiscal 2020-2021 (del 1 de febrero de 2020 al 31 de enero de 2021) registró un beneficio neto de 1.106 millones de euros), un 70% menos respecto al ejercicio anterior debido al impacto del coronavirus. En ese período, cuando el 100% de las tiendas estuvieron cerradas o con aforos y horarios restringidos, la ventas de la compañía a través de su plataforma online global se dispararon un 77%, alcanzando los 6.600 millones de euros. En la actualidad, las ocho marcas están ya disponibles online en 216 mercados de todo el mundo, 91 de los cuales tienen plataforma integrada de tienda física y online.
En cualquier caso, Inditex tiene la capacidad y el músculo para diversificarse y explorar nuevos espacios, como la alimentación. Sobre todo, vistos los resultados del primer trimestre de 2021, cuando registró un beneficio neto de 421 millones de euros durante el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2021-2022 (entre el 1 de febrero y el 30 de abril), frente a las pérdidas de 409 millones del primer trimestre de 2020.
Si veremos o no productos de alimentación marca ZARA, o cafeterías integradas en sus tiendas, dependerá, por una parte, de lo que decida el TGUE, y, por la otra, de si es una estrategia para proteger la marca o el grupo verdaderamente se plantea transformar a ZARA en una enseña donde todo cabe. La jugada no está exenta de riesgo, pero el gigante coruñés no ha dejado de crecer, expandirse y sorprender desde su fundación en 1963. De momento, habrá que conformarse con ropa, artículos para el hogar y maquillaje.