05 Nov La importancia de que la marca cuente su propia historia
Equipo Whiplash, 5 de noviembre de 2021
La importancia de que la marca cuente su propia historia
Todos tenemos una historia que contar. Las marcas también. Y es importante que la cuenten desde su propia perspectiva. Si no, serán los usuarios quienes, desde su percepción, construyan una narrativa para la marca que puede no estar alineada con los valores y el propósito que ésta defiende.
La construcción de una narrativa sólida que transmita los valores y el propósito de la marca cobra cada vez mayor importancia en un contexto donde impera el exceso de información y la sobre exposición de los usuarios a múltiples mensajes desde diversos canales. Para las marcas es imperativo que su relato sea claro, coherente y consistente para provocar en los usuarios, reales o potenciales, una conexión emocional que derive en lealtad, afecto y compromiso de éstos hacia la marca.
No hay que olvidar la narrativa forma parte de la esencia del ser humano. Para cualquier organización dominar el arte la narración para construir su propio relato es no solo necesario sino esencial a la hora crear una marca potente. El cerebro humano procesa las historias y conecta con las emociones y sentimientos que subyacen.
El experto y galardonado copywriter Mike Reed, señala en un reciente artículo en Brandingmag que “si usted no le da significado a su marca, otras personas lo harán. No puede detenerlos y no puede controlar lo que deciden que significa su marca”. Añade Reed que todos el mundo cree que conoce la historia de una marca X, “pero la propia marca nunca ha articulado claramente lo que representa. Entonces, de hecho, todos tienen su propia idea sobre lo que significa la marca”.
En resumen, la marca es lo que los stakeholders piensan de ella. Es el conjunto de emociones, percepciones y pensamientos que se convocan en la mente de la persona al entrar en contacto con la marca. Siempre pensarán o sentirán algo, incluso si es un “no me importa”. Por ello es importante que sea la marca la que defina su historia. La que cuente su punto de vista de manera clara y explícita.
Para ello es fundamental que el relato, la narrativa de la marca, se construya desde el autoconocimiento y que sea lo más concisa y directa posible, o se corre el riesgo de confundir al usuario. Algunas de las preguntas que hay que formularse son: ¿Por qué existe mi empresa? ¿Cuál fue el motivo que impulsó mi idea empresarial? ¿Cuál es la misión y el objetivo de mi empresa? ¿Cómo contribuye mi empresa a la sociedad?
A partir de ahí, puede comenzarse a construir la historia de la marca partiendo de su propósito, de su razón de existir, de ese problema que la marca resuelve para los usuarios y que hace que ésta sea importante para ellos. Ese es el quid del asunto, en la narrativa de la marca, el verdadero protagonista es el usuario, y si no es la marca la que cuenta su propia historia, será él quien lo haga.