Alicia preguntó al Gato de Cheshire,
que estaba sentado en un árbol,
“¿qué camino debo tomar?”
El gato preguntó,
“¿a dónde quieres ir?”
“No lo sé”, respondió Alicia.
“Entonces”, dijo el gato,
“no tiene mayor importancia,
¿o sí?”

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Ser sostenibles o perder mercado, esa es la cuestión

Equipo Whiplash, 21 de febrero de 2020

Ser sostenibles o perder mercado, esa es la cuestión

La conciencia sobre los riesgos que entraña el cambio climático crece. Los consumidores son cada vez más conscientes de su papel como catalizadores de la transformación del modelo económico y cada día son más los que se suman al consumo responsable. De acuerdo con diversos estudios, más de la mitad de ellos estaría dispuesto a pagar más por una marca responsable con el planeta y la sociedad. Por ello, para las marcas es imperativo ser sostenibles si quieren mantener su cuota de mercado.

Las llamadas “generaciones verdes”, es decir las generaciones Millennial y Z, lideran la tendencia del consumo responsable, según revela un estudio reciente de GlobalWebIndex. Sin embargo, según el mismo estudio, el 61% del total de los consumidores –incluyendo también a la Generación X y a los Baby Boomers–, estaría dispuesto a cambiar de marca si encuentra que la suya no es eco-responsable y el 57% pagaría más por productos sostenibles.

En resumen, para las marcas ser sostenible ya no es una opción, es una necesidad impulsada por la posibilidad de perder cuota de mercado. Pero para el consumidor de hoy, no sólo el producto final es importante. También lo es el proceso. De principio a fin, desde el origen de las materias primas hasta el reciclaje. Por ello, a medida que el concepto de economía circular cala en la sociedad, las marcas están investigando, desarrollando e implementando procesos de manufacturación, producción y embalaje más sostenibles.

En el caso de la industria de la moda, una de las más cuestionadas en términos de sostenibilidad, se ha producido un cambio en los patrones de consumo y la ropa ya no es un producto de consumo de corto plazo. El fast-fashion deja de ser tendencia y las prendas duraderas, fabricadas con materiales sostenibles y procesos responsables con la sociedad y el medio ambiente, ganan terreno.

En el sector de la perfumería y cosmética de lujo, también hallamos evidencia de cómo las marcas están adaptándose a las exigencias de los nuevos consumidores. En el mundo de las fragancias, por ejemplo, Lancôme, una de las marcas de lujo del Grupo L’Oreal, ha optado por ingredientes de origen sostenibles y envases recargables para su nuevo perfume Idôle.

Los envases, envoltorios y embalajes son algunos de los factores que más influyen en la decisión de compra de los consumidores, conscientes de la necesidad de reducir los residuos plásticos. Hoy, los consumidores prefieren productos con embalajes fabricados con materiales biodegradables, como el papel y el cartón certificados, madera certificada, o envases reutilizables o recargables.

De hecho, de acuerdo con el estudio de GlobalWebIndex, el 42% de los compradores afirma que los productos con materiales sostenibles o reciclados son importantes en su compra cotidiana. En cualquier caso, los consumidores lo tienen claro. Antes que estéticos o fáciles de usar, quieren envases, envoltorios y embalajes que sean reciclables.

En este contexto, para las marcas es imperativo explorar nuevas soluciones. Esto implica destinar recursos económicos a la investigación y desarrollo de nuevos procesos y métodos de producción. Al diseño de productos con nuevos materiales de origen biológico o con materiales reciclados. También a acciones que tengan un impacto positivo en su personal y en la sociedad. 

La sostenibilidad representa una gran oportunidad para las marcas que estén dispuestas a incorporarla a su ADN, como parte intrínseca de su razón de ser y como corazón de sus estrategias de largo plazo en beneficio de toda la sociedad. La alternativa, es perder la buena voluntad de los consumidores y su correspondiente parte del mercado.