Alicia preguntó al Gato de Cheshire,
que estaba sentado en un árbol,
“¿qué camino debo tomar?”
El gato preguntó,
“¿a dónde quieres ir?”
“No lo sé”, respondió Alicia.
“Entonces”, dijo el gato,
“no tiene mayor importancia,
¿o sí?”

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El teletrabajo, ¿ha llegado para quedarse?

Equipo Whiplash, 8 de abril de 2020

El teletrabajo, ¿ha llegado para quedarse?

Aunque el teletrabajo no es una fórmula nueva, en España hasta ahora sólo un porcentaje minoritario lo hace de forma habitual. En un escenario post coronavirus es posible que algunas empresas se planteen incorporarlo de forma permanente lo que requerirá, por una parte, inversión en infraestructura tecnológica, y por la otra que los empleados aprendan a sacar el mayor provecho posible de esta modalidad.

Las medidas de confinamiento provocadas por la crisis de la COVID-19 han obligado a un porcentaje importante de los españoles a teletrabajar. Hasta ahora, y de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, menos del 5% de los ocupados en nuestro país practicaba el teletrabajo de manera habitual, es decir más de la mitad de los días de la semana.

Pero el coronavirus ha transformado abruptamente nuestra realidad obligando a empresas y empleados a acudir al espacio digital para mantenerse operativos. Aquellos que pueden claro está, porque no todos los trabajos pueden realizarse a distancia.

En cualquier caso, hemos pasado de cero a cien en pocas semanas, con el estrés que esto supone para la infraestructura de telecomunicaciones, pero también para las personas, especialmente para quienes no están habituados a trabajar desde casa. Más aún cuando el confinamiento obliga a todos los miembros de la unidad habitacional (familias, compañeros de piso, etc.) a compartir ese espacio común 24 horas al día los siete días de la semana.

Si bien es cierto que diversos estudios señalan que el teletrabajo aumenta la productividad de los empleados (una investigación de la Universidad de Stanford, por ejemplo, indica que los teletrabajadores son un 13% más productivos), esto ocurre cuando las condiciones para trabajar en remoto son óptimas.

Porque trabajar desde casa puede ser un reto en más de un sentido. No sólo implica contar con una conexión a Internet que soporte a varias personas conectadas al mismo tiempo sin perder velocidad o calidad, sino saber gestionar el tiempo y el espacio de trabajo. También obliga a entender las normas de “etiqueta” en las reuniones virtuales y a saber manejar las herramientas tecnológicas indispensables para llevar a cabo nuestras tareas remotas de forma eficaz.

Quedan por delante aún algunas semanas de confinamiento y, presumiblemente, la vuelta a la normalidad –una distinta a la que conocíamos– tardará aún algún tiempo en materializarse. Es muy probable que, en esa nueva realidad en la que aterrizaremos una vez que la crisis haya remitido y las medidas de confinamiento se hayan levantado por completo, algunas empresas incorporarán el teletrabajo a su operativa cotidiana. Para ello, deberán hacer inversiones en infraestructura tecnológica que blinde su seguridad además de pisar el acelerador en sus planes de transformación digital, que implican también un cambio en la cultura organizacional.

En este contexto, para los trabajadores es importante aprender a sacar el mayor beneficio de las oportunidades que ofrece trabajar en remoto. No solo en términos de conciliación y tiempo libre –el que se ahorran en los desplazamientos, por ejemplo–, sino de productividad.

En Brandsmith teletrabajamos desde hace años. Por ello queremos compartir algunas prácticas que nos han dado muy buenos resultados a lo largo del tiempo, para que, si os vienen bien, las pongáis en marcha durante el tiempo que todavía debamos permanecer alejados de las oficinas:

  1. Sentirte bien comienza por vestirte y arreglarte. No te quedes en pijama y zapatillas. Verte bien ayuda a tu autoestima y mejorar tu capacidad de enfocarte. Ducharte, vestirte y cambiar de habitación te ubica  psicológicamente en otra actividad dividiendo lo personal de lo profesional.
  2. Busca un espacio de trabajo luminoso y mantenlo ordenado. El espacio físico refleja el estado mental. La luz es fundamental y es importante que tu lugar de trabajo tenga una buena iluminación.
  3. Usa una silla cómoda y si es posible ergonómica. Presta atención a la postura y toma descansos de tanto en tanto, estar sentado durante muchas horas seguidas puede pasarle factura a tu salud.
  4. Nadie va a planificar tus tareas. Debes planificar tu día y establecer tus objetivos diarios para ser efectivo. Aborda los proyectos en bloques de horas continuas, priorizando las tareas que aportan mayor valor.
  5. Establece un horario de trabajo. Es importante que te pongas límites y mantengas cierta disciplina en los horarios. No por estar 14 horas sentado frente al ordenador aumentarás tu productividad.
  6. Sácale provecho a la tecnología. Utiliza las herramientas a tu disposición para comunicarte con tus compañeros y para planificarte.
  7. Establece protocolos de trabajo. Es importante mantener dinámicas de equipo como reuniones diarias o semanales según las necesidades, no sólo para no perder el contacto, sino para mantener la fluidez en la consecución de los objetivos.
  8. Durante las videollamadas evita enviar mensajes de chat privado. Esto distrae tu atención y la de tus compañeros. Algunos programas, además, no mantienen el chat en privado y todos los asistentes a la reunión pueden ver tus mensajes.
  9. Enfócate en lo que estás haciendo. Evita las distracciones durante el horario de trabajo y crea burbujas de concentración durante la cuales no atiendes mensajes, correos, llamadas o chats.
  10. Date tiempo para dedicárselo a los tuyos. Si estableces unas horas específicas para trabajar, una vez terminada la jornada podrás dedicarle tiempo de calidad a quienes comparten espacio contigo, tu familia, tus compañeros de piso, tu pareja.