Alicia preguntó al Gato de Cheshire,
que estaba sentado en un árbol,
“¿qué camino debo tomar?”
El gato preguntó,
“¿a dónde quieres ir?”
“No lo sé”, respondió Alicia.
“Entonces”, dijo el gato,
“no tiene mayor importancia,
¿o sí?”

bS logo

Burberry se embarca en la logomanía y reinventa su imagen para aumentar sus ventas

Equipo Whiplash, 19 de julio 2019

Burberry se embarca en la logomanía y reinventa su imagen para aumentar sus ventas

Burberry, la famosa firma británica de lujo, deja atrás su inconfundible patrón de líneas blancas, negras y rojas formando cuadros sobre un fondo camel. Con el lanzamiento de su nueva colección, en septiembre pasado, la marca mostró su intención de renovarse para acercarse a las nuevas generaciones. Al parecer la estrategia está dando resultados, ya que las ventas del primer trimestre de 2019 han aumentado en un 3%.

De la mano del diseñador Riccardo Tisci –antigua estrella de Givenchy y conocido por vestir a la cantante Beyoncé–, Burberry ha introducido un monograma con Ts y Bs entrelazadas en un guiño al nombre del creador de la firma, Thomas Burberry.  Este nuevo diseño busca investir a los productos de la marca, desde bufandas hasta zapatos de tacón, de los atributos de prestigio y deseabilidad de los que disfrutan sus principales rivales en el segmento del lujo como, por ejemplo, LVMH de Louis Vuitton.

Este “extreme make-over”, en el que los clásicos cuadros y la discreta combinación de colores han sido sustituidos por el monograma y colores mucho más llamativos, es parte de una estrategia diseñada tanto para reavivar las ventas como para conquistar a los segmentos más jóvenes del mercado asiático. Y es que es allí, en China y Japón principalmente, donde hoy por hoy se encuentra el grueso de los consumidores de firmas de lujo en general.

Por otra parte, a escala global, según los analistas, los usuarios sienten debilidad por los productos cubiertos de monogramas y logotipos fácilmente reconocibles como una manera de mostrar su poder adquisitivo. Y las empresas están dispuestas a satisfacer sus deseos, aún a riesgo de banalizar su logo, ergo la encarnación de su identidad.

Para expertos en el mercado de lujo, como Robert Burke, utilizar el logo como reclamo reporta beneficios. “La relación de precio de un producto aumenta cuando tiene el logotipo”, señaló recientemente en declaraciones a la agencia Reuters.

La firma británica no es ajena a los peligros que enfrenta en este sentido. Apenas ahora, bajo la dirección de Marco Gobbetti, Burberry ha logrado reponerse del daño que infligió a la marca la sobreexposición del patrón de cuadros sobre fondo camel, que durante la década de los 2000 fue tan copiada e imitada que las ventas de los productos originales se resintieron de manera sensible.

De momento, la firma se muestra optimista con los resultados obtenidos desde el lanzamiento de la nueva línea de productos, que en mayo incluyó ofertas de bolsos, con precios por encima de los 600 euros y gorras de béisbol de más de 300 euros. De hecho, la empresa apuesta por un aumento en la demanda de todo tipo de artículos a través de campañas protagonizadas por la modelo Gigi Hadid, que al parecer están dando resultado.

Pero Burberry no es la única que ha adoptado la moda de los logotipos en sus productos. De hecho, sigue los pasos de Gucci y Louis Vuitton que desde hace ya algunas décadas vienen explotando esta tendencia. Ahora se suma también la firma italiana Salvatore Ferragamo que ha incorporado los llamados “gancini” –unos monogramas en forma de pequeños ganchos– a sus diseños, especialmente en sus mocasines de hombre o mujer.

La logomanía se impone, y en las tiendas minoristas online se observa un aumento en la oferta de este tipo de productos. En el caso de Burberry, la firma apuesta por llevar el nuevo monograma a su línea de productos de cuero –que ofrece unos márgenes más apetitosos– que representa el 38% de sus ventas, muy por debajo de los líderes del segmento Gucci o Louis Vuitton para las que representan entre el 60% y el 75% de sus ventas.  En cualquier caso, en los próximos meses veremos un incremento en la oferta de productos de lujo estampados con monogramas reconocibles, que además maximizan la rentabilidad de la marca al convertir a cada usuario en portador de su mensaje.